Una “ciudad inteligente” o “ciudad eficiente” es un tipo de desarrollo urbano basado en la sostenibilidad que es capaz de responder adecuadamente a las necesidades básicas de instituciones, empresas, y de los propios habitantes, tanto en el plano económico, como en los aspectos operativos, sociales y ambientales.
Una “ciudad inteligente” o “ciudad eficiente” es un tipo de desarrollo urbano basado en la sostenibilidad que es capaz de responder adecuadamente a las necesidades básicas de instituciones, empresas, y de los propios habitantes, tanto en el plano económico, como en los aspectos operativos, sociales y ambientales.
Para ser calificada de inteligente estas ciudades modernas deben basarse en infraestructuras de energía, agua, electricidad, telecomunicaciones, gas, transportes, servicios de urgencia y seguridad, equipamientos públicos, edificaciones de oficinas y de residencias eficientes y durables. Todo debe orientarse a mejorar el confort de los ciudadanos, brindando nuevos servicios de calidad, respetando al máximo los aspectos ambientales y el uso prudente de los recursos naturales no renovables, también con inversiones en capital humano como la educación y aspectos sociales, una gobernanza participativa y un buen aprovechamiento del tiempo de los ciudadanos.
El concepto de ciudades inteligentes (Smart City en inglés) se articula en base a cuatro ideas esenciales:
• Las cuestiones ambientales y las restricciones energéticas.
• La comunicación fluida de los actores sociales entre sí: colectividades, ciudadanos, empresas, instituciones.
• El uso compartido de bienes y servicios, con una activa participación de los usuarios en la concepción de productos, servicios, y modalidades operativas, y renunciando en algunos casos a la propiedad y uso individual.
• La integración de las nuevas tecnologías de la información y de la comunicación, la robótica y los sistemas inteligentes de transporte, que potencian el funcionamiento en red; la modificación de la matriz energética a favor de las energías renovables, y el cambio de comportamiento y usos por parte de los ciudadanos.
Boyd Cohen, co-autor del Capitalismo Climático, es un estratega climático, que ayuda a liderar las comunidades y las empresas en el camino hacia la energía baja en carbono. En 2013 Cohen realizó un ranking de las 10 ciudades inteligentes de Europa, donde Barcelona aparece en el cuarto lugar.
Barcelona quiere convertirse en una 'smart city' de referencia, apostando por una transformación basada en los principios de eficiencia, calidad de vida y equidad social.
Para ello el Ayuntamiento de la ciudad ha creado el área de “Hábitat Urbano” encargado de liderar las transformaciones que Barcelona tiene previsto afrontar en los próximos 40 años. La estrategia está orientada hacia la evolución de la ciudad con el objetivo de garantizar una mejor calidad de vida a sus habitantes, así como una mejoría social y urbana y un valor añadido a los barrios. Asimismo, pretende fomentar el potencial en el desarrollo sostenible y la economía verde a favor de una ciudad energéticamente autosuficiente y donde la naturaleza juegue un papel destacado.

Barcelona ya está desarrollando y trabajando 25 ejes estratégicos de la ciudad, con proyectos transversales y verticales como la nueva red de telecomunicaciones, el plan de autosuficiencia energética o la red inteligente de autobuses.
Algunos de los cambios en la ciudad que ya están en desarrollo son los semáforos inteligentes, que añaden sonido para las personas ciegas; el control del tráfico optimizado gracias unos sensores de control de flujo; la instalación de fibra óptica en toda la ciudad; la instalación de sensores para facilitar la tarea de buscar aparcamiento; la instalación también de sensores en los contenedores de basura, que detectan cuando están llenos para permitir la optimización de las rutas de recogida de residuos y los contadores inteligentes, que permitirán la lectura remota de los mismos.
Algunos de los temas a tratar y que están en desarrollo son los siguientes:
Autosuficiencia
Con el diseño de una metrópoli hiperconectada y de emisiones cero. El objetivo es garantizar más calidad de vida, mejora social, y valor añadido en los barrios, fomentando el potencial urbano en el desarrollo sostenible y la economía verde.
Comunicaciones
Otro de los objetivos prioritarios del consistorio es integrar sus infraestructuras municipales de telecomunicaciones, tanto de la fibra óptica (compuesta por las redes entre los edificios municipales, el control de la movilidad urbana, la gestión de los túneles viarios de la ciudad y las infraestructuras de fibra del 22@) como la inalámbrica de tecnología wifi (de uso corporativo y ciudadano) con el objetivo de disponer de una única red de gran capacidad y capilaridad. Esta nueva red será pieza clave para poder disponer de servicios más eficientes. Asimismo, se está impulsando el desarrollo de la tecnología 4G con una nueva ordenanza y un nuevo plan de antenas.
Iluminación
Está en marcha un nuevo plan director de iluminación (Smart Lighting) que marca los criterios de iluminación de la ciudad y que tiene como principales objetivos priorizar al peatón por encima de los viales de circulación, incorporar criterios de máxima eficiencia y optimización energética, así como la inteligencia funcional, personalizando calles, edificios y monumentos.
Energía y recursos
Barcelona está llevando a cabo acciones para conseguir edificios y espacios públicos autosuficientes energéticamente. En esta importante área se están creando islas energéticas autosuficientes para mejorar prácticas relativas al consumo. El desarrollo del plan de autosuficiencia energética se elabora con una visión de 30 a 40 años y con una planificación de acciones para los próximos diez años. También se pretenden gestionar de manera inteligente los recursos hídricos, tanto en la gestión de las aguas freáticas y subterráneas como en el consumo racionalizado de los servicios públicos (riego y fuentes).
Movilidad
Un buen ejemplo es la nueva red de bus ortogonal, basada en unos recorridos más rectos y directos para facilitar la legibilidad por parte de los usuarios y mejorar la frecuencia de paso. El principal objetivo es mejorar la eficiencia de los recursos. Las 28 líneas que conforman la red están distribuidas en 17 verticales (alineación mar-montaña), ocho horizontales (de Llobregat a Besòs) y tres diagonales. La acción se completa con infraestructuras, mobiliario y señalización inteligente, así como la disponibilidad de aplicaciones móviles e informáticas que dan soporte a los profesionales y los ciudadanos, por ejemplo, la aplicación gratuita Apparkb , que permite pagar el estacionamiento en las áreas verde y azul de la ciudad.
Otras iniciativas
En cuanto a servicios se ha creado 'Smart Citizen', una plataforma para generar procesos participativos de las personas en las ciudades. Conectando datos, ciudadanos y conocimiento, el objetivo de la plataforma es servir como nodo productivo para generar indicadores abiertos y herramientas distribuidas, y a partir de ahí la construcción colectiva de las ciudades por sus propios habitantes.
También se ha promovido el 'Smart Government', para mejorar la interacción entre ciudadanos y Administración, y hacer más eficientes los procedimientos administrativos.
Un amplio plan de aplicaciones institucionales y colaborativas con la empresa y la universidad, así como con instituciones de ámbito europeo, configuran el programa y los retos que están convirtiendo a Barcelona en un referente tecnológico.
Fuentes:
¿Conocías ya estas iniciativas impulsadas en Barcelona? Ayúdanos a dar a conocer estas nuevas plataformas que hacen que nuestra ciudad sea una de las más “inteligentes” de Europa, permitiéndonos llevar una vida más cómoda y responsable. Hagamos uso de ellas, con nuestro interés podemos ayudar a la evolución de las mismas y al surgimiento de otras nuevas.