Quizás esta es una buena señal para que nosotros también nos adaptemos a los cambios climáticos y nos preparemos para el frío. Te damos algunos consejos que esparamos te ayuden a afrontar esta época del año de cambio de la mejor manera posible.
1. Cuida tu sistema inmunológico
Ahora es tiempo de resfriados, por ello te aconsejamos fortalecer tu sistema gastrointestinal con probióticos. Los probióticos son microorganismos vivos que, ingeridos en cierta cantidad pueden proporcionar efectos beneficiosos en el organismo. Mejoran el proceso normal de la digestión, incrementan la absorción de minerales, favorecen la lucha protectora contra bacterias, hongos y virus patógenos, colaboran en la regularización del sistema digestivo, reduciendo procesos inflamatorios y la producción de gases intestinales. Además de todo esto tienen un papel inmunomodulador, mejorando la actuación de nuestro sistema inmunológico. Como proviótico te recomendamos el uso del Kéfir, aquí te explicamos sus propiedades y trucos para cuidarlo.

2. Adapta tu alimentación
No podemos olvidar que somos lo que comemos y que la naturaleza pone a nuestra disposición aquellas nutrientes que necesitamos en cada momento. Con estas dos ideas en mente piensa en consumir los alimentos que brindarán a tu cuerpo todo aquello que necesitas ahora.
Para ello te recomendamos que integres a tu alimentación productos que generan más calor y alimentos que requieran cocciones lentas. En nuestro artículo preparándonos para el otoño con una adecuada alimentación te explicamos cuales son los productos estrella de esta temporada y algunos buenos hábitos alimenticios para ayudar a tu organismo en esta época del año.

3. Haz limpieza
El otoño es la estación de los cambios y de la limpieza. Libera espacio en tu casa, en tus armarios, en tu trastero, solo vaciando lograrás dar la bienvenida a nuevos objetos. Crea espacio vital en tu vida y en tu mente, eliminando cargas emocionales que impiden que avances, desecha malos hábitos y pensamientos, limpia tu organismo de los tóxicos acumulados durante el verano y el desorden de las rutinas que generan las vacaciones.
• Limpia tu cuerpo con un semi-ayuno y hazte una limpieza de piel.
• Aprovecha para organizar tu armario y sacar todo aquello que ya no usas, dona, intercambia o véndelo, ¡puede ser muy divertido!. Mira en este artículo que puedes hacer con eso que ya no utilizas.
• Organiza tus papeles y documentos, revistas y por qué no, limpia tu agenda de contactos.
Te invitamos a comparar la sensación que nos produce un lugar ordenado, armónico y lleno de belleza, con un lugar desorganizado y falto de vida, abarrotado de objetos inutilizables que ocupan el espacio de lo nuevo que se pudiese integrar, esa percepción de energía que te baja y desanima ya que hay que ordenar, te agobia, te quita el empuje que debes tener hacia el presente. Este artículo que habla sobre el feng shui y el cambio de energía que deben tener los espacios, podrá darte una idea de lo que te comentamos.

¡Limpia y organiza todo aquello que creas necesario!
4. Guarda los buenos ánimos
Con el cambio de estación son comunes las depresiones, sobre a todo ahora que los días comienzan a tener menos luz. Se trata de un síndrome transitorio que aparece como respuesta del organismo a los cambios medioambientales que altera los biorritmos y el ciclo de vigilia-sueño. La principal responsable de esta alteración, es la melatonina, una hormona encargada, entre otras cosas, de regular el sueño o la temperatura corporal. La producción de melatonina aumenta con la reducción de la luz solar y este incremento provoca una bajada de serotonina conocida como la hormona de la felicidad. El resultado de mayor melatonina y menor serotonina es apatía, cansancio, somnolencia o tristeza.
Para superar la apatía y fortalecer y mantener sanos tus huesos, intenta tomar un poco de sol cada día, se recomienda hacerlo por las mañanas y sin protector solar, unos 10 minutos tres o cuatro días a la semana. Esto te garantiza unos niveles adecuados de vitamina D en el organismo, gracias a la síntesis de este proceso que se le conoce como fotobiogénesis, y que incrementa la concentración de calcio, la cual es utilizada por el organismo para mantener sanos a nuestros huesos. De este modo la vitamina D producida en la piel se almacena en el tejido adiposo y el músculo para cubrir las necesidades en épocas del año donde no hay exposición al sol.
Imponte un ritmo de ejercicio regular, sino tienes tiempo o el dinero para inscribirte en un gimnasio, intenta caminar todo lo que puedas, sube escaleras, estírate y destensa tus músculos, estos te lo agradecerán, duerme lo suficiente para sentirte fresco y descansado cada día y sobre todo intenta disfrutar de la compañia de amigos, familiares y del maravilloso entorno que te rodea.
Es nuestro directorio encontrarás opciones de tiendas de alimentación dónde adquirir los mejores productos de temporada, centros de deporte adecuados, tiendas de segunda mano donde podrás donar la ropa que ya no usas, en definitiva, ¡múltiples opciones que te ayudarán a pasar y enfrentar mejor el otoño!
Bibliografia: Efesalud